Nos adentramos en la época medieval visitando el pueblo de Mura.

Situada en la comarca del Bages a 454 metros de altitud y enclavada en el Parc Natural de Sant Llorenç del Munt i l´Obac, se encuentra Mura, un pequeño pueblecito de poco más de 200 habitantes que, a día de hoy,  conserva todo su encanto medieval.

Mura tiene su origen en el año 978. El trabajo en el campo ha sido el principal motor de subsistencia de esta pequeña población,  en especial el cultivo de la uva que tuvo su mayor apogeo a partir del S XVIII hasta entrado el S.XIX, momento en el que la filoxera acaba con la mayoría de viñedos provocando que mucha gente abandonara el pueblo en busca de otra manera de ganarse la vida. A mediados del S.XX, la elaboración de carbón vegetal fue un factor determinante para dar trabajo a los habitantes de Mura, hasta que llegó la energía eléctrica y provocó que la gente se fuese adaptando a nuevos tipos de trabajo, como por ejemplo el textil en los años 60. En la actualidad, Mura se ha convertido básicamente en un pueblo de segunda residencia para pasar fines de semana y vacaciones.

En Mura podemos encontrar lugares con encanto para visitar como: la Iglesia románica de Sant Martí (S.XI), el Castillo de Mura (S.XI), Ermita de Sant Antoni (también de estilo románico), las cuevas de Mura, la Gorja del Padre, Fuentes de la Era, del Rector y del Escolà, Puig la Balma y hasta un aviario donde podemos encontrar diversos tipos de aves y otros animales pequeños.
Visitar Mura es trasladarte a la época medieval. Sus empinadas y empedradas calles, sus soportales, escaleras, estrechos callejones y grandes casas de piedra, dibujan un paisaje de cuento y lo convierten en uno de los pueblos más bonitos de Cataluña.

Su encanto medieval también hacen de Mura un lugar ideal para cualquier tipo de shooting o producción audiovisual o simplemente, un pueblo en el que desconectar en tus ratos libres de trabajo.

Vídeo (Cal Carter): Mura, un pueblo con encanto.